sábado, 22 de junio de 2013

Plantando el árbol



Abramos la dulce tierra
con amor, con mucho amor;
es éste un acto que encierra,
de misterios, el mayor.

Cantemos mientras el tallo
toca el seno maternal.
Bautismo de luz da un rayo
al brote piramidal.

Le entregaremos ahora
a la buena Agua y a vos,
noble Sol; a vos, señora
Tierra, y al buen padre Dios.

El Señor le hará tan bueno
como un buen hombre o mejor;
en la tempestad sereno,
y en toda hora, amparador.

Te dejo en pie. Ya eres mío,
y te juro protección
contra el hacha, contra el frío
y el insecto y el turbión.

A tu vida me consagro;
descansarás en mi amor.
¿Qué haré que valga el milagro
de tu fruto y de tu flor?
  

Gabriela Mistral

 



El libro del Idioma, Kapelusz, 1927

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