
El rosal en su inquieto modo de florecer
va quemando la savia que alimenta su ser.
¡Fijaos en las rosas que caen del rosal:
tantas son que la planta morirá de este mal!
El rosal no es adulto y su vida impaciente
se consume al dar flores precipitadamente.
Alfonsina Storni
Poesía Selecta, "La inquietud del rosal", Círculo de Lectores, S.A., 1982
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