Espadas
Gram, Durendal, Joyeuse,
Excalibur.
Sus viejas guerras andan
por el verso,
que es la única memoria.
El universo
las siembra por el Norte
y por el Sur.
En la espada persiste la
osadía
de la diestra viril, hoy
polvo y nada;
en el hierro o el bronce,
la estocada
que fue sangre de Adán un
primer día.
Gestas he enumerado de
lejanas
espadas cuyos hombres
dieron muerte
a reyes y serpientes.
Otra suerte
de espadas hay, murales y
cercanas.
Déjame, espada, usar
contigo el arte;
yo, que no he merecido
manejarte.
Jorge Luis Borges
El oro de los
tigres – Emecé Editores, 2005
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